¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una sensación de malestar, como la preocupación o el miedo, que puede ser leve o grave. La ansiedad puede tener síntomas físicos (como latidos rápidos del corazón), emocionales (como sentirse preocupado) o conductuales (como evitar situaciones).
Los trastornos de ansiedad son enfermedades mentales que hacen que las personas se sientan excesivamente preocupadas y tensas. Pueden ser desencadenados por el estrés y el miedo resultante, o pueden aparecer aparentemente de la nada. Los tipos más comunes son el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de ansiedad social, el trastorno de pánico y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Los trastornos de ansiedad se dividen en varias categorías:
Trastorno de ansiedad generalizada
Se caracteriza por una sensación constante de preocupación y ansiedad por la vida cotidiana, que dura al menos seis meses. Las personas con TAG suelen tener problemas para controlar sus pensamientos y se preocupan por cosas que la mayoría de la gente consideraría triviales o poco probables.
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
Se presenta cuando alguien experimenta obsesiones -pensamientos, impulsos o imágenes intrusivas en las que no puede dejar de pensar- y compulsiones -comportamientos repetitivos como lavarse las manos u ordenar los objetos de una manera determinada-. Las personas con TOC tienen obsesiones y compulsiones que les causan una gran angustia en su vida diaria, y que además les consumen mucho tiempo. Las personas con TOC suelen darse cuenta de que sus obsesiones o compulsiones son excesivas o poco razonables.
Ataques de pánico
Estos intensos episodios de miedo se producen de forma repentina y sin previo aviso. A veces se asocian a síntomas físicos, como aceleración de los latidos del corazón y dificultad para respirar; otras veces no. Las personas que nunca han tenido un episodio pueden sentirse ansiosas durante días mientras esperan que se produzca su primer ataque de pánico. Los ataques de pánico suelen durar entre 10 y 20 minutos, pero algunas personas los experimentan durante horas. Pueden ocurrir una vez al mes o hasta varias veces por semana.
Fobias
Las personas con fobias desarrollan un miedo excesivo a determinadas situaciones u objetos -como las serpientes, las alturas o los vuelos- sin ningún motivo real. Las fobias suelen desarrollarse tras un acontecimiento traumático, como un accidente de avión o un ataque de perro. También pueden desencadenarse por determinadas personas, lugares o situaciones. Las fobias suelen comenzar en la infancia y continuar en la edad adulta. Algunas personas desarrollan fobias en la edad adulta tras experimentar un acontecimiento traumático o conocer su propio trastorno de ansiedad. Las fobias son comunes y afectan hasta al 19% de la población en algún momento de su vida. Las personas con fobias pueden evitar las situaciones que desencadenan su miedo o experimentar una ansiedad extrema cuando se exponen a sus desencadenantes.
Mutismo selectivo
El mutismo selectivo es un trastorno en el que una persona que es capaz de hablar normalmente y puede hacerlo en algunas situaciones, pero que tiene dificultades para hablar en otras.
El término mutismo selectivo se utiliza para describir a niños o adultos que son capaces de hablar en determinados entornos, con determinadas personas o cuando no se sienten ansiosos. Por ejemplo, un individuo puede ser capaz de hablar en casa pero no en la escuela; o puede ser capaz de hablar con sus padres pero no con sus profesores.
Las personas con mutismo selectivo tienen la capacidad de hablar con normalidad (o casi con normalidad) en determinadas situaciones, pero experimentan grandes dificultades para hablar en otras. También pueden sentir una ansiedad extrema al hablar o que les hablen en lugares públicos como la escuela o el trabajo. En algunos casos, los niños pueden desarrollar el mutismo selectivo después de sufrir un trauma, como el abuso o el acoso.
El mutismo selectivo se considera una afección de por vida que provoca una gran angustia y deterioro debido a la incapacidad de la persona para comunicarse eficazmente con los demás.
Además de otros trastornos
-Trastornos del estado de ánimo como la depresión o el trastorno bipolar
-Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
-Trastorno de estrés postraumático (TEPT) u otros trastornos relacionados con el trauma