Meditación para calmar la mente y la ansiedad.
Al explorar nuestra conciencia, debemos permitir que la conciencia aborde cualquier emoción o sentimiento de pánico, ya sea relacionado con recuerdos o no, y reconocer y experimentar plenamente esos sentimientos y experiencias tanto en nuestro cuerpo como en nuestra mente. Al hacerlo, podemos descubrir que hay muchos sentimientos y experiencias subyacentes que contribuyen a esa agitación. Cuando comenzamos a comprender esa emoción, se nos presenta la oportunidad de entender mejor y, al aprender a enfrentar nuestro miedo, podemos experimentar una libertad que nunca pensamos que podríamos sentir
Antes de comenzar esta meditación, toma un momento para evaluar si es el momento adecuado para hacerlo. ¿Estás cómodo, seguro y abierto? Si no es así, no te preocupes, hay oportunidades futuras. Si ahora es el momento adecuado, entonces podemos continuar
Alivia el estrés a través de la meditación y calma la mente y la ansiedad
- Aquí te presentamos un video de meditación guiada para que puedas seguirlo y experimentar los beneficios de meditar.
Meditación para reducir las emociones negativas
La meditación puede ser una herramienta útil para reducir las emociones negativas y mejorar la salud mental.
Las emociones negativas son las que nos hacen sentir mal o incómodos. Lo contrario de las emociones negativas son las emociones positivas, que nos hacen sentir bien. Las emociones negativas pueden incluir la ira, el miedo, los celos y el asco.
En psicología, una emoción es un estado mental complejo que suele incluir componentes cognitivos, conductuales, fisiológicos y psicofisiológicos. La emoción se asocia con el estado de ánimo (un «estado» temporal de la mente), el temperamento (una «disposición» duradera a experimentar determinadas sensaciones), la personalidad (los patrones de pensamiento, comportamiento y sentimiento característicos de un individuo) y la motivación (la fuerza con la que se actúa). Una emoción es similar a un estado de ánimo; sin embargo, la primera es más específica en el sentido de que se refiere a un estado psicológico discreto (por ejemplo, ansiedad) con una duración definida.
Las emociones pueden generarse por acontecimientos externos, como ver a un enemigo o ser atacado por un depredador. Las emociones también pueden utilizarse como herramienta de supervivencia: cuando los seres humanos tienen fuertes emociones negativas, actúan de forma contraproducente para su propio bienestar, pero pueden aumentar sus posibilidades de supervivencia.
Algunas enfermedades mentales que se han tratado con éxito con la meditación incluyen:
Trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de estrés postraumático.
Depresión: La meditación puede ayudar a mejorar los síntomas de depresión y a reducir la recurrencia.
Trastornos del sueño: La meditación puede mejorar la calidad del sueño y ayudar a las personas con trastornos del sueño a conciliar el sueño más fácilmente.
Estrés: La meditación puede reducir el estrés y la ansiedad, lo que puede tener un impacto positivo en la salud física y mental.
Meditación para el miedo: 10 minutos
Siéntate en silencio en una postura cómoda y cierra los ojos.
Relájate profundamente todos los músculos, desde los pies hasta la cara (técnica de escaneo).
Respira por la nariz y presta atención a tu respiración, inspirando y espirando de forma natural y sin esfuerzo.
Continúa así durante 10 o 20 minutos.
Puedes usar una alarma para marcar el tiempo, pero no es conveniente usar tu teléfono móvil.
De hecho, si te dejas llevar por el momento presente, verás cómo el tiempo pasa rápidamente; cuando quieras volver a la conciencia, habrá pasado más tiempo del que pensabas.
Este es un momento en el que te has calmado durante unos minutos más, con una disminución en la liberación de hormonas del estrés y en el avance de la ansiedad.
Toma un tiempo para notar cómo tu «ser físico» vuelve poco a poco al lugar donde estabas.
Si estás meditando por primera vez, comienza a practicar durante 1 a 5 minutos y aumenta el tiempo progresivamente.