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Sensaciones raras en la cabeza por ansiedad

Al igual que años anteriores, 2020 comenzó con una nota de esperanza. El número -2020- en sí mismo fue inspirador, sugiriendo una claridad y agudeza visual óptimas. La pandemia de COVID-19 y los recientes disturbios civiles han cambiado la vida cotidiana, poniendo a prueba nuestra resiliencia. No sabemos cómo vamos a vivir la «nueva normalidad». Durante la nueva normalidad, lamentaremos las vidas, momentos y oportunidades perdidas. Pero con suerte, la nueva normalidad también traerá una nueva apreciación por la conexión, la libertad de hacer las cosas que amamos, el toque humano e incluso la tecnología. Esperamos que la nueva normalidad esté llena de esperanza por la igualdad, la empatía y el diálogo sobre lo que nos une para superar lo que nos divide. Aunque no siempre podemos evitar o eliminar el sufrimiento y el dolor, podemos practicar la empatía y escuchar para entender y estar en desacuerdo. Podemos intentar tener conversaciones incómodas que lleven a la comprensión y al amor. Podemos trabajar para encontrar nuestra propia voz y luego usarla para cultivar la esperanza y el amor.

Dolor físico por presión en la cabeza

Debido a esta presión en la cabeza hay que destacar como uno de los principales problemas la fatiga visual, también provocada por convulsiones y ansiedad, que puede a un dolor bastante intenso. Esta fatiga visual está ligada, sobre todo, al esfuerzo que hacen los ojos para enfocar los objetos.

Diversos estudios y pruebas científicas también han demostrado que la presión en la cabeza también puede ser inducida por el ejercicio físico. Son dolores que aparecen repentinamente después de un entrenamiento de alto impacto e intensidad.

Síntomas generales del estrés

  • Antojos de comida y “ataques de gula”: si el estrés hace que algunas personas pierdan el apetito, otras tienen antojo de chocolate, comida chatarra, refrescos y cafeína, nicotina y alcohol. Puede que te dé un respiro de diez minutos, pero aparecerá el efecto rebote y también habrás empeorado tu salud.
  • Cortes y moretones: ¿Alguna vez has descubierto marcas en tu cuerpo y no recuerdas cómo te las hiciste? Bueno, probablemente sucedió cuando estabas estresado. En este estado de estrés agudo, la sangre en las extremidades es menor (vasoconstricción) y también se liberan endorfinas, que enmascaran y amortiguan el dolor, por lo que un golpe o un pequeño corte puede pasar totalmente desapercibido.
  • Caída del cabello: El estrés puede alterar la absorción de ciertos oligoelementos y aminoácidos esenciales para el crecimiento del cabello. También puede hacer que las arterias se estrechen, lo que limita el flujo de sangre al cuero cabelludo.
  • Picazón y sarpullidos: muchas afecciones de la piel, como el eczema, empeoran con el estrés. A veces siente comezón y picazón sin razón aparente cuando está estresado. El flujo de sangre se desvía de la piel a los órganos vitales, lo que agrava las alergias y erupciones existentes. También se libera histamina, un químico involucrado en las reacciones alérgicas.
  • Piel estresada: La piel es el órgano más grande y visible del cuerpo, por lo que tiende a registrar el estrés con bastante rapidez. Si tu piel tiende a estar seca, el estrés la vuelve más seca y si eres propensa a las espinillas, el estrés lo empeorará. La adrenalina agrava el acné y también provoca enrojecimiento incontrolable.
  • Piel debilitada: con posibilidad de eccemas o urticaria y fácil aparición de arrugas. Piel más seca ya que la producción de colágeno y elastina se reduce debido al estrés.
  • Te enfermas más: porque el sistema inmunológico es uno de los afectados por el estrés crónico y nos deja desprotegidos frente a los enemigos del sistema inmunológico.
  • Insomnio: La tensión excesiva dificulta la conciliación del sueño, además de empeorar la calidad del mismo cuando dormimos. Las horas de sueño tampoco son del todo reparadoras.
  • Cervicales: Duelen y es común cuando se sufre estrés. Se produce por la tensión acumulada y pellizca la zona, sobre todo cuando surgen situaciones negativas como reuniones tensas, discusiones, etc.
  • Dolor en el pecho y palpitaciones: Si estás estresado, el cuerpo carece de nutrientes esenciales, la química cerebral no funciona correctamente y el sistema inmunológico se deteriora.

Además, el estrés disminuye la producción de fibras de colágeno y elastina que dan elasticidad a la piel, lo que se traduce en una mayor flacidez. Después de los 40 años, los efectos del estrés pueden ser permanentes.

Erupciones

Aunque el acné alrededor de la nariz, la frente o las mejillas es bastante común, estas erupciones también pueden ser síntomas de ansiedad.

Al respecto, los doctores Ying Chen y John Lyga, en una revisión publicada en Inflammation and Allergy Drug Targets, comentan que existe una relación directa entre las emociones, la inflamación y el envejecimiento de la piel.

Cefaleas vasculares.

Son las que provienen de la dilatación y constricción de las venas y arterias del cerebro. El dolor generalmente se expresa en forma de obstrucción.

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