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Falta de apetito y náuseas por ansiedad

Las manifestaciones sintomatológicas de la ansiedad son muy variadas y se pueden clasificar en diferentes grupos:

Físicas: Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, dificultad para respirar, temblores, sudoración, molestias digestivas, náuseas, vómitos, » nudo» en el estómago, trastornos alimentarios, tensión y rigidez muscular, fatiga, hormigueo, mareos e inestabilidad. Si la activación neurofisiológica es muy alta, pueden aparecer alteraciones en el sueño, la alimentación y la respuesta sexual.

Falta de apetito

La ansiedad también afecta al aparato digestivo En efecto, ante una situación de peligro (real o imaginaria), el aparato digestivo es una de las primeras partes del cuerpo à Por eso Pueden ocurrir problemas gastrointestinales como digestión pesada o pérdida de apetito.

Como comentábamos antes, cuando nos sentimos ansiosos, nuestro sistema digestivo se ve afectado, por lo que es posible que experimentemos náuseas u otros síntomas, como dolor o malestar, después de haber comido.

¿Cuáles son los tratamientos para la pérdida de peso por ansiedad?

El primer paso para superar este trastorno es aceptar la situación, darse cuenta de lo que está pasando y así poder superar el problema. La ansiedad conduce no solo a la pérdida de peso, sino también a la pérdida de masa muscular y vitalidad, así como a fracturas de huesos y falta de movilidad.

Cuando se identifica que la ansiedad nos hace perder peso en el cuerpo, debemos actuar con rapidez y eficacia para tratar de controlarla.

Abordar las fuentes de ansiedad

Identificar los desencadenantes de la ansiedad y abordarlos puede ayudarlo a recuperar el apetito. En la medida de lo posible, debe esforzarse por eliminar o reducir los factores estresantes.

Si esto es difícil, puede considerar trabajar con un terapeuta para ayudarlo a controlar sus desencadenantes de ansiedad.

Practicar técnicas de autocontrol

La meditación, el mindfulness, los ejercicios de respiración u otras técnicas afines son ejemplos de prácticas que puedes realizar para intentar gestionar el estrés y la ansiedad, aunque el nivel de respuesta variará según de cada persona y su nivel de implicación.

Incluso si la ansiedad no te deja comer, debes intentar comer una cantidad mínima de alimentos para mantener los niveles nutricionales adecuados. Para ello, las sopas con algún contenido proteico y vegetal, así como los batidos de verduras y frutas, o la ingesta de yogur, semillas y frutos secos, pueden ser una opción adecuada, pero poco duradera.

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