Diversas instituciones relacionadas con el ejercicio físico y la salud destacan sus beneficios para nuestro organismo y la necesidad de integrar este tipo de actividad en nuestros hábitos diarios. El ejercicio físico mejora el funcionamiento de diferentes sistemas del cuerpo: el sistema cardiovascular, musculoesquelético, metabólico, endocrino y nervioso. Así, por ejemplo, se han descrito sus beneficios en enfermedades como hipertensión, asma, osteoporosis, diabetes mellitus tipo II y problemas renales. Previene enfermedades coronarias, obesidad, lesiones lumbares y hernias discales y ayuda a reducir la probabilidad de padecer ciertos tipos de cáncer. Por otro lado, interviene en la regulación de diferentes funciones corporales (sueño, apetito, sexualidad).
Los efectos del ejercicio físico a nivel psicológico han sido menos estudiados. Sin embargo, sabemos que el ejercicio físico regular ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo y aumenta nuestra sensación de bienestar. En los últimos años han surgido estudios que relacionan el ejercicio físico con la ansiedad y la depresión, sugiriendo que puede ser un procedimiento natural adecuado para ayudar en la prevención y tratamiento de estos problemas. . Este capítulo abordará principalmente la relación entre la práctica de ejercicio físico y la ansiedad y cuáles son los mecanismos que intentan explicar esta asociación.
Darse un baño caliente y escuchar música relajante
Tomar un buen baño caliente tiene un efecto desintoxicante en nuestra piel ya que favorece la renovación celular y reduce posibles procesos inflamatorios en nuestro organismo. Una excelente manera de hacerlo es con las luces apagadas, una lista de reproducción relajante, velas aromáticas y, preferiblemente, sales de baño naturales. No olvides calentar una toalla en el radiador para que cuando salgas esté calentita, ¡lo agradecerás!
Esta es una de nuestras técnicas de relajación favoritas para lidiar con la ansiedad y que puedes poner en práctica fácilmente si sufres estrés o ansiedad. En la India se realiza como ritual diario antes de ir a dormir ya que se ha demostrado que ayuda a relajarnos, prevenir enfermedades y reforzar nuestras defensas. Todo lo que necesitas para entrar en acción son aceites esenciales calientes y la destreza de tus manos. Ya sea ayurvédico o tradicional, el masaje de pies es un ejercicio fantástico para activar nuestro cuerpo ya que es una zona refleja que se activa cuando los manipulamos, ¿a qué esperas? Quítese los zapatos y descubra lo que puede hacer por usted.
6- Haz algo con tus manos.
Las manualidades, como el bricolaje, tienen un efecto relajante. El placer es lo que las personas abrumadas eliminan para castigarse (sentimientos de culpa). En la creatividad hay un efecto contrario al del miedo: en la ansiedad nos encerramos para protegernos, en la creatividad nos dejamos llevar, nos descubrimos. Por ejemplo, tejer o pintar mandalas puede ayudarte a encontrar la calma.
Juegos de mesa o en tu Smartphone. Puede ayudar en momentos de ansiedad, centrar la mente en otra cosa y dejar los problemas a un lado. Por ejemplo, cuando esté en el metro, o antes de un examen o una visita al dentista, concentrarse en Candy Crush o Tetris puede ayudarlo a superar el momento.