La depresión es un trastorno del estado de ánimo a largo plazo que hace que una persona se sienta triste, irritable o vacía. Muchas personas sufren de depresión y es una de las experiencias más difíciles que puedes tener en la vida. Muchos adolescentes y adultos con ASD sufren de depresión en algún momento de sus vidas. La persona deprimida:
Depresión en el embarazo: signos, síntomas y tratamiento
Se supone que el embarazo es uno de los momentos más felices en la vida de una mujer, pero para muchas Para muchas mujeres, es un momento de confusión, miedo, estrés e incluso depresión. Según el Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), entre el 14 y el 23 por ciento de las mujeres experimentarán algunos síntomas de depresión durante el embarazo. La depresión es un trastorno del estado de ánimo que afecta a 1 de cada 4 mujeres en algún momento de su vida, por lo que no sorprende que esta afección también pueda ser peligrosa tanto para la madre como para el feto. La depresión en el embarazo es una enfermedad que se puede tratar y manejar; sin embargo, es importante buscar ayuda y apoyo primero.
La depresión durante el embarazo, o la depresión antes del parto, es un trastorno del estado de ánimo al igual que la depresión clínica. Los trastornos del estado de ánimo son enfermedades biológicas que implican cambios en la química del cerebro. Durante el embarazo, los cambios hormonales pueden afectar las sustancias químicas de su cerebro, que están directamente relacionadas con la depresión y la ansiedad. Estos pueden verse exacerbados por situaciones difíciles de la vida, lo que puede conducir a la depresión durante el embarazo.
Recaída en depresión, ¿debo empezar de cero?
La reaparición o empeoramiento de los síntomas tras un periodo de mejoría es muy frecuente en la depresión. Esto se llama recaída. Si siente que ha perdido interés en las cosas y actividades que ama, si se retrae socialmente o si se siente extremadamente cansado y con poca energía, es posible que esté enfrentando una recaída de la depresión. . Y no, no tienes que empezar de cero porque ya sabes qué esperar y tienes muchos recursos para seguir adelante.
Aunque al principio te resulte frustrante, no debes perder la fe. Como bien sabes, la depresión es una enfermedad y las recaídas pueden ser parte de ella. No es tu culpa y no es una situación excepcional. La realidad es que la mitad de las personas experimentarán una recaída de un episodio depresivo en algún momento de su vida. Según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA), los primeros dos meses después de finalizar el tratamiento del episodio depresivo inicial son el período de mayor riesgo de recaída.
Establece rutinas y mantén hábitos saludables
El cuidado personal siempre es vital. Y más aún, si estamos hablando de un momento especialmente delicado de nuestra vida.
Una de las grandes herramientas para superar la depresión por una ruptura es respetar ciertas rutinas y hábitos de tu vida diaria: comer bien, beber agua para no deshidratarte, dormir de 7 a 8 horas diarias, hacer ejercicio, participar en una actividad que disfrutes (ver una película o una serie, leer, patinar, ir a ver una exposición, pasear por un parque, jugar a un videojuego, disfrutar de tu plato favorito, escuchar música…)
Levántate y camina
Para salir de la depresión, necesitas estar activo haciendo algo productivo. Y aunque es difícil encontrar motivación en una tristeza tan intensa, levantarse de la cama y hacer las tareas cotidianas puede ayudarlo a levantar el ánimo y sentirse más empoderado.
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Hoy no es mañana