Dos tipos de fármacos son los más utilizados para tratar la ansiedad: los ansiolíticos y los antidepresivos.
Los ansiolíticos más utilizados pertenecen al grupo de las benzodiazepinas de gran eficacia (Alprazolam, Loracepam, Diacepam, Cloracepam, etc.). Tienen un efecto calmante. Funcionan en cuestión de minutos reduciendo los síntomas de ansiedad y reduciendo la intensidad y frecuencia de los episodios de ansiedad. Los principales efectos secundarios de las benzodiazepinas son somnolencia, problemas de memoria, problemas de atención y concentración. Este deterioro de las funciones cognitivas suele ser temporal (observado mientras se toma el fármaco) y se produce sólo a dosis altas y persiste en el tiempo. Otra desventaja es que su consumo a largo plazo puede causar efectos de dependencia (dependencia) y tolerancia (pérdida gradual de eficacia).
Todos podemos tener ataques de pánico
El miedo es una emoción básica y los ataques de pánico son democráticos y lógicos. Necesitamos este sentimiento para vivir, pero si supera cierto límite, se vuelve problemático porque cambia los signos fisiológicos espontáneos del cuerpo, causando ansiedad. Los ataques de pánico ocurren cuando estos síntomas cambian tanto que la persona teme perder el control, volverse loca o morir. Sufrir ataques de ansiedad es un problema democrático porque afecta tanto a hombres como a mujeres, jóvenes o viejos, ricos o pobres, nerviosos o no, exitosos o no, etc. Además, sigue su propia lógica inusual. Por ejemplo, los ataques de pánico suelen ocurrir solo cuando estamos más relajados o cuando menos lo esperamos.
Las personas que padecen este problema tienden a resolver los problemas probando soluciones que perpetúan y empeoran el problema en lugar de solucionar el problema. Estas soluciones fallidas son:
¿Por qué me duelen los senos?
La ansiedad está asociada con la activación de muchos procesos fisiológicos. Nuestro cuerpo se prepara para afrontar una situación de peligro, por lo que se activa la respuesta de lucha o huida.
Como consecuencia, una persona ansiosa puede estar húmeda y sin aliento, a pesar de que a nivel físico todo funciona con normalidad, porque es un trastorno psicológico. problema. La respuesta no es un problema físico.