La ansiedad es uno de los factores que pueden provocar extrasístoles. De hecho, la relación entre estos dos trastornos es generalmente bastante común.
En este sentido, hay que tener en cuenta que aunque la ansiedad es un trastorno psicológico, provoca tanto síntomas cognitivos (relacionados con el pensamiento) como manifestaciones físicas y conductuales.
La sensación de que el corazón «da marcha atrás»
El corazón tiene un mecanismo que mantiene una bomba de sangre estable y constante o un ritmo de latidos acorde a nuestras necesidades en cada momento. Pero a veces uno de los golpes puede romperse y avanzar, creando una interrupción en el ritmo de bombeo. En este momento, el mecanismo del corazón tiene que ajustarse creando una breve pausa para volver al ritmo normal, y es este proceso el que nos da la sensación de «saltar» o «dar vueltas» en el corazón.
Esta inversión del corazón es en realidad un fenómeno natural técnicamente llamado «extrasístole». Puede ser auricular o ventricular, aunque suele presentarse extrasístole auricular.
Tratamiento, ¿sí o no?
Las extrasístoles son las arritmias más comunes; cerca del 50% de la población la padece, y normalmente no se encuentra la causa, lo que ocurre en corazones estructuralmente sanos. En otros casos, los latidos prematuros pueden ser causados por afecciones cardíacas como la cardiopatía isquémica.
El cardiólogo realizará las pruebas que considere necesarias para confirmar o descartar patología cardiaca: electrocardiograma, prueba de esfuerzo, ecocardiograma o Holter ECG de 24 horas. Si existe una causa para las extrasístoles, debe tratarse, pero en personas sin causa conocida, las extrasístoles suelen desaparecer por sí solas, por lo que no se necesita tratamiento. En casos muy sintomáticos o en los que la vida diaria del paciente se ve amenazada, suelen estar indicados los bloqueadores beta. Si las extrasístoles ocurren con mucha frecuencia (>2000/día o 4% de los latidos diarios), se puede recomendar vigilancia médica.
Algunos datos sobre el funcionamiento de nuestro corazón
El corazón es el órgano principal del sistema cardiovascular, es el encargado de la circulación sanguínea en todo el cuerpo, podemos llamarlo motor; y aunque está relacionado e influenciado por el sistema nervioso, en realidad funciona en gran medida de forma autónoma.
En reposo o con un ritmo cardíaco normal, es decir, cuando estamos tranquilos, leemos o realizamos actividades habituales que no requieren un esfuerzo físico importante, suele funcionar entre 60 y 80 pulsaciones por minuto. Cualquier cambio en el ritmo cardíaco cuando supera los 100 latidos por minuto recibe el nombre general de arritmia. Las arritmias se pueden dividir en dos grandes grupos: