Un ataque de pánico nocturno suele ser una de las experiencias más desagradables que tienen algunas personas mientras duermen. Se trata de un ataque de pánico similar a los habituales ataques de pánico diurnos, pero que se produce durante las fases del sueño, más precisamente en la fase de sueño no REM, es decir, cuando estamos más tranquilos y, curiosamente, más relajados. Ocurre de repente, de repente y es posible que no seamos conscientes de que estamos sufriendo el ataque hasta que despertemos. Los ataques de pánico nocturnos no se dan de forma aislada, es decir, suelen darse cuando la persona también sufre ataques de pánico durante el día y es posible que la persona no recuerde lo que pasó al día siguiente. Una de las principales consecuencias de estos ataques es el miedo que acaban desarrollando las personas a tener que quedarse dormidas, miedo que aumenta a medida que se acerca la hora.
Los ataques de pánico nocturnos van acompañados de una sensación muy desagradable de miedo y pánico, pensamientos catastróficos, así como ahogo, dolor torácico, taquicardia, sudoración y sensación de irrealidad de que la duración del ataque es muy larga en el tiempo, en realidad el ataque es breve, puede ir desde unos pocos minutos hasta 10 -20 minutos.
¿Es posible controlar un ataque de ansiedad nocturna?
Cuando la ansiedad deja de ser un episodio único y se convierte en algo cíclico, interfiriendo en tu vida diaria y atacándote cuando menos lo esperas, es posible que comiences a temer la aparición de ataques de ansiedad molestos. Aunque es normal tenerles miedo, ya que sumergen tu cuerpo en multitud de síntomas desagradables, el miedo sólo alimentará el círculo vicioso de la ansiedad.
Controlar la ansiedad puede parecer un desafío difícil, pero no es imposible. El primer paso es entender el mecanismo de la ansiedad: tu cuerpo utiliza la ansiedad como un arma que activa los mecanismos de defensa ante el peligro y desaparece una vez que estás a salvo. Por eso, es fundamental entender que la ansiedad es un estado transitorio: tenerlo en cuenta te ayudará a no sucumbir al pánico, manteniéndote tranquilo.
¿Qué es la ansiedad nocturna?
La ansiedad se define como el estado de una persona que experimenta shock, agitación, nerviosismo o preocupación.
Por tanto, entenderemos la ansiedad nocturna como la expresión de ansiedad que aparece o empeora en los momentos previos al sueño y que impide al afectado relajarse y descansar.
Ritmo circadiano
Por la noche, el cuerpo comienza a prepararse para el descanso y el sueño reparador. Es un momento de transición entre la actividad diurna y el descanso total durante el sueño. Cuando la mente de una persona está siempre en movimiento, inquieta y excitada, el cuerpo a menudo responde estando también tenso.
Si el estrés y la preocupación activan el sistema nervioso simpático, preparará al cuerpo para responder al peligro percibido, real o imaginario. El ritmo cardíaco de una persona puede aumentar y su respiración puede volverse superficial. Incluso cuando estos signos físicos están ausentes o son leves, el cuerpo de una persona se está preparando para actuar si es necesario, todo lo contrario de lo que se necesita para calmar la ansiedad y volver a un estado de relajación.